Tarta de melocotón con almendras

Esta tarta la suelo hacer para aprovechar la fruta madura antes que se eche a perder. Es una especie de streusel, pastel típico alemán que va cubierto de una capa de una mezcla grumosa (de harina, azúcar y mantequilla) esparcida sobre la tarta. La tarta que yo hago no es precisamente un streusel porque la cubierta que yo le pongo lleva también huevo y almendra molida, pero la apariencia es muy parecida.
En esta ocasión, no la he hecho para aprovechar fruta madura, si no para ir vaciando la despensa de las conservas de la fruta de la temporada pasada para hacer hueco para las de este año, que pronto estarán los frutales regalándonos sus melocotones, peras... Todavía me quedan tarros de melocotón en almíbar, por lo que me he decidido por esta tarta. Seguro que os gustará, sencillita y muy, muy buena, además de fresquita al llevar fruta.

Ingredientes:
Para la masa: 200g. de harina, 150g. de mantequilla, medio vaso de azúcar, 1 huevo, 125g. de almendras molidas

Para el relleno: 350g. de melocotón en almíbar escurrido, 100ml. de nata líquida, 2 cucharadas de leche condensada ( se puede sustituir por azúcar), 1 huevo, unas gotas de esencia de vainilla (opcional).

Masa: En un bol grande mezclar la harina, el azúcar y las almendras molidas. Añadir la mantequilla derretida y después el huevo, mezclando con una cuchara. La textura que debe tener es grumosa.

Cubrir con papel de horno una fuente, o el molde donde hagamos la tarta para poder desmoldar mejor después. Dividir la mezcla en dos partes, y reservamos una de ellas. Con la otra, cubrir el fondo de la fuente. Ir repartiendo y aplastándolo con los dedos para que se quede todo bien cubierto y compacto. Colocar el melocotón cortado en trocitos sobre la base.
Por otro lado, mezclar los ingredientes del relleno y verter sobre el melocotón (la cantidad de azúcar o leche condensada aquí va a depender de la fruta que le pongas, si es en almíbar necesitará menos azúcar, por ejemplo) .
Por último, repartir por encima el resto de la mezcla grumosa que teníamos reservada.
Meter al horno precalentado, a 180ºC durante unos 45 min.
Dejar enfriar y desmoldar.
Así ya esta buenísima, pero si se mete en la nevera queda fresquita y está todavía mejor.